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Los mitos y realidades de los caballitos de mar, según la UNAM
Los caballitos de mar son de los animales más carismáticos y cotizados a nivel mundial. Sin embargo, están rodeados de diversos mitos y a la gente le encantan por diversas razones.
A continuación, UNAM Global te presenta 5 curiosidades narradas por Maite Mascaró Miquelajauregui, investigadora de la Unidad Multidisciplinaria de Docencia e Investigación, SISAL, de la Facultad de Ciencias de la UNAM.
Se toman de la cola y bailan durante el cortejo
Cuando los machos encuentran a las hembras, comienzan un cortejo, abren y cierran el marsupio (bolsa que funciona como incubadora) y sale un chisguete de agua. Su movimiento es parecido al de una paloma: levantan la parte superior del abdomen y pegan su hocico tubular contra este, formando la mitad de un corazón.
La hembra responde con el mismo movimiento; hay cambios de coloración, con líneas o puntos tomando tonos crema muy brillantes y de contraste. Macho y hembra se toman de la cola y dan paseos por el fondo.
Llega un momento en que la hembra levanta el hocico y apunta hacia la superficie; esta es la señal para girar, subir en vertical y juntar su abdomen al del macho, transfiriendo los huevos a su marsupio.
Algunas especies solo se reproducen en el verano, sobre todo las que viven en zonas templadas, pero hay otras que se reproducen a lo largo de todo el año, como las que se encuentran en áreas tropicales.
El macho carga a los bebés
Hay muchas especies en las que los machos cuidan a las crías, pero muy pocas lo hacen dentro de su cuerpo, como es el caso de los caballitos de mar.
Cuando la hembra transfiere los huevos al macho, este abre su marsupio y vierte el esperma encima de ellos, fecundándolos conforme entran en la bolsa y luego cierra esta con un músculo muy fuerte para quedar sellada completamente.
El marsupio proporciona protección de depredadores, un ambiente de salinidad constante, y algunos autores piensan que algunos nutrientes están más fácilmente disponibles. Dependiendo de la especie, la gestación puede durar entre 9 y 45 días.
No son monógamos
Gracias a que el marsupio queda totalmente sellado durante toda la gestación, no es posible que un macho reciba los huevos de ninguna otra hembra. En consecuencia, los hijos que nacen de cada camada son todos del mismo padre y madre, un rasgo singular entre los peces y otros grupos animales.
Es frecuente que las parejas se mantengan a lo largo de varios eventos reproductivos. Sin embargo, si uno de los dos muere, no se quedan llorando, sino que buscan una nueva pareja.
Viven hasta 5 años
Dependiendo de la especie, los caballitos de mar pueden vivir desde uno hasta cinco años, y los más pequeños hasta un año.
Además, en vez de escamas tienen placas óseas, y eso los hace menos apetitosos a muchos depredadores. Sin embargo, eso no impide que se los coman algunas rayas, peces como pargos, atunes y gallinetas, tortugas marinas y aves, como los cormoranes y otras que sobrevuelan en las zonas litorales.
Tienen rasgos morfológicos únicos
Tienen una cabeza que recuerda la de un caballo, y en lugar de aleta caudal tienen una cola prensil, con la que se sujetan de pastos marinos, corales y otras estructuras en el fondo marino.
Los ojos, uno de cada lado de la cabeza, se mueven independientemente uno del otro, y eso les permite una visión circular de su entorno.
Gracias a esta visión, son capaces de identificar a sus presas y succionarlas con su boca tubular desdentada, la cual utilizan como si fuese un popote.
Lo único que distingue a machos de hembras es la presencia del marsupio.
A nivel mundial existen 41 especies y en México hay cuatro. Regularmente viven en la zona litoral costera, en aguas relativamente poco profundas y muy cercanas a los estuarios, lagunas costeras, arrecifes coralinos y praderas de pastos marinos.
Especies mexicanas
- Hippocampus ingens: puede medir hasta 30 cm y habita en zonas de pasto y arrecifes coralinos en la costa occidental del continente americano, desde San Diego hasta Perú.
- Hippocampus erectus: alcanza entre 19 y 20 cm y se encuentra en pastos marinos cerca de la costa, desde Nueva Escocia, Canadá, hasta Brasil.
- Hippocampus zosterae: de solo cinco centímetros de longitud, vive en el sur de Florida, las Bahamas, las Bermudas y el Golfo de México.
- Hippocampus reidi: mide hasta 17 cm y se ubica en arrecifes coralinos y pastos marinos desde Estados Unidos hasta Brasil.
FUENTE: UNAMGLOBAL