Vallarta busca mejorar su tránsito vehicular con iniciativa para renovar el sistema de semáforos

-La regidora Melissa Madero propuso realizar un estudio técnico integral que permita modernizar la red de semáforos de la ciudad, hoy señalada como una de las principales causas del congestionamiento vial

Puerto Vallarta atraviesa una etapa particularmente complicada en materia de movilidad. En distintos puntos de la ciudad, los embotellamientos se han vuelto frecuentes y, según especialistas consultados por el Ayuntamiento, una de las raíces del problema está en el sistema de semaforización: equipos envejecidos, fallas constantes y ciclos desajustados que no responden al flujo real del tránsito.

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Las avenidas Francisco Medina Ascencio, Francisco Villa, Fluvial Vallarta y México son algunos de los corredores más afectados. En ellos, la falta de sincronía entre cruces y la ausencia de un control adaptable a las variaciones del tráfico han generado retrasos prolongados y un aumento en accidentes menores, además de mayores emisiones contaminantes por los arranques y frenadas continuas.

En este contexto, la regidora Melissa Madero presentó ante el Pleno del Ayuntamiento una iniciativa para emprender el que sería el primer Estudio Técnico Integral de Semaforización en más de diez años. El planteamiento busca evaluar a fondo la red existente, registrar aforos vehiculares y diseñar un sistema moderno que pueda operar de manera coordinada y flexible. La propuesta no implicaría un gasto adicional para el gobierno municipal, pues se realizaría con personal y dependencias ya existentes.

El documento señala que la ciudad opera con un sistema rígido que no puede adaptarse a horas pico, accidentes o a la variación turística estacional. También apunta que la falta de conexión con los municipios vecinos —en especial con Bahía de Banderas— reduce la eficiencia del transporte público y complica el paso de unidades de emergencia en la zona metropolitana.

La iniciativa contempla la posibilidad de migrar hacia un esquema de semáforos inteligentes, con prioridad para transporte público y corredores de alta afluencia, como el Centro Histórico, el Malecón y zonas escolares. También propone revisar topografía, comportamiento de la demanda y diseño de ciclos óptimos para mejorar la fluidez.

Si la propuesta avanza y posteriormente se implementa, el Ayuntamiento estima impactos positivos como menores tiempos de traslado, una reducción en emisiones y una mejor gestión de la seguridad vial. El tema, históricamente relegado en la agenda local, vuelve así al debate público con miras a definir cómo deberá moverse la ciudad en los próximos años.