Encuentran momificado a alpinista desaparecido en Perú
Policías peruanos y rescatistas de alta montaña recuperaron el cuerpo de un alpinista estadounidense que desapareció en el nevado Huascarán en el 2002, cuando escalaba las cumbres de los glaciares del Perú, que debido al cambio climático se están deshielando desde hace décadas.
El cadáver momificado todavía tenía bien conservada su vestimenta de escalador: botas, ropa, cuerdas de seguridad, licencia de conducir y pasaporte perteneciente a William Stampfl.
La policía dijo en un comunicado que recuperaron el cuerpo de William Stampfl el 5 de julio a una altitud de aproximadamente 5,200 metros sobre el nivel del mar, muy por debajo del nevado de Huascarán cuya cumbre asciende a 6,768 metros y es considerado como una de las montañas más peligrosas del mundo.
La familia pensó que jamás recuperaría el cuerpo
Cuando una avalancha de nieve sepultó al alpinista estadounidense William Stampfl hace 22 años en el nevado Huascarán, la montaña más alta de Perú, su familia jamás pensó que recuperarían sus restos. Entonces llegó una llamada en junio.
Jennifer Stampfl, hija del alpinista desaparecido el 24 de junio de 2002 junto a sus amigos estadounidenses Matthew Richardson y Steve Erskine, dijo que recibió una llamada inesperada de un hombre que le informaba que habían encontrado a su padre.
El hombre le indicó que estuvo escalando el nevado peruano de 6,768 metros de altitud y de casualidad vio un cuerpo momificado de sexo masculino con indumentaria de montañista y que tenía una cangurera en la que encontró una licencia de conducir con el nombre de William Stampfl.
Para evitar dudas el hombre envió una fotografía de la licencia de conducir, un pequeño video de la zona donde hallaron el cuerpo de casualidad, así como la ubicación exacta.
Jennifer Stampfl, quien ahora tiene 53 años, narró su sentir sobre la noticia:
Ha sido un shock. Durante 22 años, simplemente pensamos: ‘Así es como es’. Papá es parte de la montaña y nunca volverá a casa
“Cuando recibes esa llamada telefónica de que lo han encontrado, tu corazón se hunde. Al principio no sabes exactamente cómo sentirte”, indicó la hija del montañista.
“Pensamos que los tres habían sido arrastrados a una grieta y se había llenado”, recuerda sobre esos primeros momentos de angustia, tras la repentina desaparición de su padre. “El calentamiento global, por mucho que sea, nunca llegará al fondo de esta grieta”.
Organizaron equipo para rescatar el cuerpo momificado
Luego, para recuperar el cuerpo, la familia de Stampfl contactó a Eric Raúl Albino, un guía peruano de alta montaña de 40 años y más de 50 expediciones que dirige una empresa privada de rescatistas del grupo Alpamayo.
Junto a ocho integrantes de su equipo y cinco policías del Departamento de Salvamento de Alta Montaña en la región Ancash, emprendieron el ascenso del nevado el 4 de julio.
Tras crear un grupo de WhatsApp, Albino dijo que mantuvo informada a la familia sobre el rescate, enviándoles fotos y videos con mucha frecuencia.
Un día después, el 5 de julio a las 10:45 de la mañana, tras subir a pie por nueve horas en medio del peligro de eventuales avalanchas de grandes bloques de hielo y de las hondas grietas, hallaron el cuerpo más de dos décadas después.
Estaba sobre la nieve, cerca de una zona llamada “el paso de la muerte”, a unos 5,200 metros de altitud del monte Huascarán, que mide 6,768 metros.
El cadáver estaba momificado y descongelándose
El policía Lenin Alvarado, quien participaba de la misión, dijo que el cadáver “estaba momificado y descongelándose”, pero tenía todas sus pertenencias. Su ropa de montañista en buen estado y sin haber perdido color, los arneses, las sogas, su pica y sus botas para escalar.
El agente, con 16 años dedicados al rescate en las montañas, dijo que le sorprendió ver que William Stampfl aún tenía puesto su anillo de bodas en el dedo anular de la mano izquierda.
“Nunca vi algo así antes”, dijo el policía. En la cangurera que llevaba en la cintura encontraron la licencia de conducir que indicaba que Stampfl, un ingeniero civil que tenía 58 años cuando desapareció. Vivía en Chino, una ciudad en el Condado de San Bernardino, California.
También hallaron su pasaporte, su cámara fotográfica, una tarjeta de crédito, sus lentes, un lapicero, una grabadora de voz y un par de billetes de 20 dólares corroídos por el tiempo.
Era meticuloso con los cálculos tanto para el trabajo como para el montañismo, recordó su hija Jennifer.
Por ello William Stampfl había planeado realizar la caminata en el Huascarán en junio porque la nieve está muy densa en esa época del año.
Aún falta recuperar el cuerpo de otro alpinista
Tras la fatalidad en 2002, sólo se encontró el cuerpo de Steve Erskine, que también vivía en Chino. Aún falta recuperar el cadáver de Matthew Richardson, quien vivía en Claremont, una ciudad del condado de Los Ángeles, en California.
Los restos de William Stampfl fueron trasladados a la morgue de la ciudad de Yungay, en la región Ancash, y la familia está en el proceso de trasladarlos a otra morgue en Lima para que puedan ser cremados y devueltos a Estados Unidos, contó la hija del montañista.
El pico de Huascarán es visitado entre mayo y septiembre por escaladores de todo el mundo y está ubicado dentro de la Cordillera Blanca. El cambio climático ha afectado a la cordillera, donde se ha derretido el 27% de su cobertura de hielo en casi 50 años, según datos oficiales.
“Al derretirse la nieve y el hielo, aumenta el peligro para escalar”, dijo el agente Alvarado, quien recordó que este año no se acumularon los usuales 70 centímetros de nieve que había en años anteriores.
En mayo las autoridades hallaron el cuerpo de un israelí que estaba desaparecido, mientras que en junio un italiano murió mientras intentaba escalar otro nevado de la cadena montañosa.
Tras su desaparición en 2002, la familia de Stampfl celebró un homenaje y subió al monte Baldy, en el sur de California, donde el hombre apasionado con las montañas solía entrenar cargando una bolsa de 60 libras (27.2 kilos) de arena para gatos en la espalda para mantenerse en forma.
En aquel lugar colocaron una placa en memoria de las tres víctimas que esperan volver a visitar una vez que les devuelvan sus restos, comentó Jennifer.
FUENTE: NMAS