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Relaciones tóxicas: Javi y Anita, segunda parte
By En el último artículo Relaciones tóxicas: Javi y Anita nos basamos en la historia de Javi y Anita para describir una relación de violencia y codependencia, es decir, una verdadera relación tóxica.
Para continuar, debemos subrayar que la codependencia es una situación o una relación donde la persona gira su vida alrededor de otra persona, esto provoca que los tiempos del afectado (a), las actividades, los amigos, el trabajo y las emociones dependan de alguien más.
En este caso la vida de Javi giraba alrededor de Anita, pero también en muchas situaciones las vidas de hijos y adultos giran alrededor de su mamá, principalmente, o de su papá.
Para que exista la codependencia es necesario que una persona considerada como “narcisista” tenga relación con una persona de autoestima tan baja que no sea capaz de tomar sus propias decisiones, y aunque se queje y sufra a causa del o la narcisista, no pueda tomar la decisión de dejarla o dejarlo porque su condición es de dependiente emocional y muchas veces de dependencia económica.
La persona narcisista, por su parte, tiene una autoestima alta, lo cual no saludable, porque la autoestima no tiene que ser alta ni baja, solo tiene que ser autoestima, así de manera natural, todos los extremos no son saludables.
Entonces la autoestima alta es valorada como un ego, un mecanismo de defensa que está encubriendo una inseguridad, al leerlo pudiera parecer algo totalmente sin sentido, o una contradicción, y así es tal cual una paradoja.
Una persona que se siente segura/o de sí misma/o no tendría por qué elevar su
aspecto o su personalidad para demostrarle nada a nadie, esta es la base del dicho “Dime que presumes y te diré de qué careces”.
De esta manera, el o la narcisista en su inseguridad tiene miedo de que lo dejen solo o sola, busca ser controlador, ser el centro de la vida de alguien. Que alguien dependa de él o ella, para muchos, es la mejor manera de evitar la soledad.
En algún momento todos tenemos rasgos de estos dos bandos o por momentos nos convertimos en alguno de ellos, tal y como lo demostraba la relación de Javi y Anita.
Lo más importante es tener la certeza de que el amor es un lugar muy especial en el que se debe de construir espiritualmente, emocionalmente, intelectualmente, físicamente, materialmente, no un lugar de destrucción, ni de estarse lastimando de manera consciente el uno al otro.
¡Cualquier duda, comentario o en lo que te pueda servir quedó atento, Saludos!